El caso de los bagartos que suman puntos por acostumbramiento se vive día a día.
Una nueva compañera de curso o de trabajo, la doctora, la chica de la limpieza ... y la lista sigue interminablemente. Mujeres que la primera vez que las vemos comentamos "Era más fea que pegarle a mi vieja con una plancha", "Antes que tocarla me hago cura", etc, etc.
Lo sorprendente de esto es que con el pasar de las semanas, meses y años uno la va viendo cada día con mas cariño, hasta llegar, sin darse cuenta, a desearla con todas las ganas y pasarse horas pensando como tirarsela.
Lo bueno es que existe una forma de evitar terminar cometiendo un crimen, del que uno se va a arrepentir por el resto de su vida. La primera vez que se ve al bagarto debe jurarse que nunca, por más flojo que venga el levante, la va a tocar. Es buena idea hacernos un pequeño cartel en el escritorio que diga "No tocar a la monster" o algo por el estilo. Con esta receta lograra evitar que el bagarto sume puntos por acostumbramiento.
Si a pesar de esto no puedes evitar terminar tirandote al bicho, lo siento, eres un bagartero y no vas a cambiar.
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